¿Quien te Condena?

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Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. (Juan 8:7)

En la historia de la mujer adúltera vemos a Jesús hablar directamente al corazón y a la conciencia de los acusadores. Esta mujer había sido encontrada en el acto del adulterio por religiosos fariseos y escribas que eran personas celosos de la ley. Por tal acción la mujer debería ser apedreada, primero por los testigos y de allí por todo el pueblo según Deuteronomio 17:7. 

Jesús hace una división en la tierra y con solo algunas palabras hace un alto a la euforia de matar a esta mujer. “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra” -  estas palabras penetre los corazones y las mentes de los religiosos que creían ser santos en medio del pueblo. Jesús los describe como  hombres que hacen obras para ser vistos por los demás que aman los primeros asientos en las cenas y la primeras sillas en las sinagogas y que adoran las salutaciones en las plazas y que los demás los llamen Rabí (Maestro) (Mateo 23:2-8). En una ocasión los llama hipócritas “pueblo que de labios me honra, más su corazón está lejos de Dios.” (Marcos 7:6-7). 

Es que la situación con la mujer adúltera era un acto que tenía raíz en el corazón, una falla que había cometido, un pecado que merecía castigo. Quién de nosotros no le a fallado a Dios? Quién de nosotros no a pecado? Quién de nosotros es más santo? Nadies - porque cuantos todos pecaron estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23). Jesús les dice a estos hombres religiosos - el que esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra, haciéndoles ver que ellos también eran pecadores. 

Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. (Juan 8:10-12) 

Aquí vemos  la divinidad de Dios en perdonar pecados. Jesús le dice quien te condeno? quienes son los que te juzgan? quienes son? Yo no te condeno, vete y no peques mas. Qué profunda y poderosa palabra hacia una mujer que había hecho un acto que merecía muerte. Solo Jesús nos puede perdonar, solo el nos puede levantar y sacar de en medio de nuestros acusadores y los que nos condena. No importa lo que hagas hecho mientras todos los religiosos te condenan Jesús te dice yo no te condeno vete y no peques más. 

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